Entre mis libros favoritos está la enciclopedia, el monumental estudio, que llevó toda una vida, sobre la Arquitectura Popular Española. La escribió y documentó el arquitecto Carlos Flores (Cuenca, 1928), y hoy es una rareza de encontrar completa en sus cinco tomos. Muchas fotografías de elementos claves y representativos, y muchos dibujos. Por ejemplo, la colección de muestras de chimeneas navarras. La obra salió al mercado en 1973, y en el Tomo III uno de sus grandes apartados estaba dedicado al estudio de la arquitectura en las Sierras Centrales e Ibéricas, apareciendo cosas de la provincia de Guadalajara, especialmente el conjunto y detalles de la Arquitectura Negra, y algunos ejemplos (Hita, Cogolludo) del Henares, aunque ya para entonces la arquitectura popular del resto de las zonas guadalajareñas estaba tan vapuleado que poco pudo salvar. Es curioso que por Molina, done sí quedaban aún cosas, no pasó.
La arquitectura popular es otro de los elementos del patrimonio cultural español que más palos se ha llevado. Se mantuvo más o menos intacto hasta mediados del siglo XX, y entonces empezó a sufrir los estragos del modernismo, del «futuro que llega», de las ganas de vivir como en las ciudades, y el nulo apoyo de las instituciones. Por eso, libros como este de Carlos Flores son esenciales paraconocer, y entender, ese enorme y majestuoso legado del que apenas han quedado ejemplos en fotografías y dibujos.