Huellas de visigodos por el Henares
Por el valle del Henares, ascendiendo por su orilla derecha, desde hace veinte siglos existe la Vía Augusta, o gran camino romano que conducía desde Mérida a Zaragoza (de Emérita Augusta a Caesar Augusta, dos de las grandes ciudades del Imperio Romano en Hispania. En ese entorno se han encontrado numerosos elementos arqueológicos que, como la mayoría de las cosas, se han ido perdiendo, en manos particulares, o en Museos que las han guardado en bolsa, estas en armarios, y estos en habitaciones que nadie más abrió.
En el Museo Arqueológico Nacional cayeron algunas piezas estupendas procedentes del entorno de esa Vía a su paso por la actual provincia de Guadalajara. Un enclave interesante y todavía no estudiado como merece, es la “Villa Anciana” en la orilla derecha del Henares, allí donde desemboca el Aliendre que baja desde Cogolludo, frente a Espinosa de Henares. Otros la denominaron “Villa Aurelia” y el primero que la estudió, aunque por encima, fue el arqueólogo y cronista provincial Juan Catalina García López, que la situó en el contexto de la Vía Augusta, entre dos estaciones importantes como eran los actuales lugares de Peñahora (junto a Humanes, ya definitivamente machacado por la construcción de la nueva carretera que lleva a Cogolludo, y el enclave de Jadraque.
Este lugar exactamente los descubrió para la ciencia en 1959 la circunstancia de que por allí se hicieron importantes obras para la construcción de la línea de ferrocarril de Madrid a Zaragoza. Por entonces apareció una importante necrópolis de sarcófagos de piedra, losas talladas y en su interior varias cosas entre ellas “Un esqueleto humano y sobre este un águila de cobre dorado a fuego con cristalitos encerrados en celdillas a manera de mosaico” que parecía ser fíbula de época romana. Más debajo de Espinosa, junto al puente, también se encontraron cosas así como en las cercanías de Cerezo, junto al río.
Esa hermosa pieza vino a dar, por donación del agricultor que la encontró al ingeniero jefe de la obra, y por la de donación de este a su amigo el Director, en el Museo Arqueológico Nacional, nº Inv. 52.464, y siempre se consideró, quizás por error al registrarla en el Inventario, que provenía de Calatayud. Hoy se expone esta riquísima fíbula con otras dos también espléndidas procedentes de Alovera, en el Museo Arqueológico Nacional, estando cronofichadas en la época visigótica.
Esta información la obtuve de la Revista “Papeles Bilbilitanos”, editada en Calatayud, 1981, de un artículo firmado por Luis Caballero Zoreda titulado “La fíbula aquiliforme visigoda considerada de Calatayud, pero procedente de Espinosa de Henares (Guadalajara) en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid». Lo comento aquí por ser publicación muy poco difundida y la noticia tiene realmente importancia para la arqueología de nuestra provincia, pues da un nuevo lugar de referencia junto al Henares al localizar fíbulas aquiliformes visigóticas.