PASTRANA, cruce de caminos

viernes, 3 julio 1992 0 Por Herrera Casado

 

Es otra vez Pastrana el centro de atracción de la provincia. A partir del lunes día 6, y durante toda la próxima semana, la villa ducal se convertirá en un núcleo de ciencia y de saber, en un punto de encuentro de gentes de todo el planeta que acudirán a hablar y discutir sobre temas netamente culturales, en uno más de los Congresos Internacionales que Manuel Criado de Val, con la colaboración del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el Patronato «Arcipreste de Hita» y la Excma. Diputación Provincial de Guadalajara, organiza cada dos años.

En esta ocasión, el tema que va a unir a dos centenares de sabios de toda la tierra es el de los caminos. La «Caminería Hispánica» es el título de esta reunión científica. Un tema amplio que tiene un especial valor en nuestros días. Pues si el ánimo de viajar se ha incrementado, los caminos ‑viejos y nuevos‑ deben ser mejores para andar y más conocidos para no perderse en ellos. España entera cruzada de caminos se abre ante el viajero y, en este caso, ante los comunicantes que han estado, desde hace dos años, investigando y discurriendo sobre múltiples aspectos de los caminos, de las sendas, de las formas de comunicarse a través de España.

La celebración de este magno encuentro científico va a tener un punto de partida y llegada en Madrid, como auténtico cruce de caminos con el mundo; una inauguración solemne y oficial en Alcalá de Henares, en el Paraninfo de su Universidad Cisneriana; y una celebración continuada durante toda la próxima semana en Pastrana, concretamente en el antiguo Convento de San Francisco (sede de la Feria Apícola Regional), pues el lugar donde proyectó celebrarse, el Convento de San Pedro, sigue en obras desde hace años para instalar en él una Hospedería: obras que parecen eternizarse y prolongarse mucho más allá de lo que inicialmente estaba previsto.

En ese Convento de San Francisco, remate de la Plaza del Deán en que la historia ha remansado sus ímpetus y se ha encerrado en un caparazón de ladrillos y campanas, se oirá durante varios días la voz de los sabios que han escrito sobre los caminos del mundo. Es imposible resumir el Catálogo de intervenciones, pues es tan denso y numeroso que no cabría ni en una página entera de nuestro periódico. Baste decir que han tenido que dividirse las comunicaciones en cuatro bloques para que en cuatro salas distintas se vayan exponiendo, acudiendo a cada una de ellas quienes estén más interesados. Solamente las ponencias de por las tardes serán únicas y centrarán la atención de todos los asistentes.

En cualquier caso, recomiendo vivamente a cuantos estén interesados en el mundo de la cultura, que acudan a Pastrana alguno de estos próximos días, porque en el Convento de San Francisco van a ver, además de su perfecta restauración y el encanto de su monumentalidad barroca, el discurrir de muchas y muy interesantes comunicaciones sobre esta temática apasionante que es la «Caminería Hispánica».

Pastrana se ha mostrado, una vez más, perfecta anfitriona para este tipo de reuniones. Lástima que su oferta hotelera sea todavía tan escasa, y que ‑insisto‑ la Junta de Comunidades de Castilla‑La Mancha haya incumplido los plazos en principio señalados para concluir su tarea de acondicionar San Pedro como Hostería‑Parador, pues hubiera sido un marco perfecto para la celebración de este evento. Las calles y plazas de Pastrana serán, sin embargo, el joyel renovado en el que cientos de asistentes, venidos de todas las Universidades del mundo, se mirarán sorprendidos. El encanto de sus empinadas y estrechas callejas, la magia de sus caserones recónditos, y la grandeza de sus iglesias y conventos volverán a cautivar los corazones. En la Plaza de la Hora seguirá vivo el recuerdo de la Princesa de Éboli, conmemorada su muerte en este año de su cuarto centenario, y los nombres de Juan Bautista Maíno, San Juan de la Cruz y Santa Teresa, Manuel de León y Melchor Cano, resonarán solemnes por sus esquinas. Todo el encanto de este viejo y vivo pueblo de la Alcarria se explayará una vez más en las retinas y los corazones de quien vuelva a animarse a recorrerle.

Yo quisiera, en esta ocasión de lujo para la cultura provincial, recabar la atención de mis lectores hacia una persona y una actitud que solo de ejemplar puede ser calificada: la del profesor Manuel Criado de Val, que ha empeñado su vida no solamente en el estudio de la filología y de la historia de la Alcarria, especialmente de Hita y de Pastrana, sino que ha demostrado con su tesón que cualquier cosa, por complicada que sea, puede llevarse a cabo con ilusión. Este Congreso de «Caminería Hispánica» que a partir del próximo lunes va a celebrarse en Pastrana, es el mejor ejemplo de esto que digo. Una tarea ingente, que aporta valores nuevos, conocimientos múltiples y prestigio a nuestra tierra. El ha sido, con las ayudas institucionales ya mencionadas, quien lo ha logrado. Una actitud sencilla se esconde tras tanto trabajo. La de Manuel Criado de Val, a quien aquí envío, haciéndome eco de muchos otros paisanos, un fuerte aplauso. Estoy seguro que podré dárselo también en el momento de la clausura de esta impresionante muestra que, muy pronto, va a crecernos entre las manos de esta Alcarria pastranera.